Por Rafael Cano Franco

El Tesorero estatal, Mario Cuen, declaró el viernes que el impuesto para Infraestructura Municipal (también se le conoce como “tenencia disfrazada”) es necesario para ayudar a los ayuntamientos quebrados. Dice que con ese dinero se puede apoyar en el pago de la luz, en resolver el problema del gasto corriente, sin embargo ese impuesto no debe ser destinado a para eso. Cuando se habla de Infraestructura Municipal se entiende como obras públicas, mejorar los servicios y dignificar las condiciones de vida de los ciudadanos. No tiene como fin alimentar Ayuntamientos incapaces de manejar con eficiencia los recursos públicos.

Yo apoyo el impuesto a la Infraestructura Municipal, solamente si lo destinan a esas obras prioritarios; me niego a apoyarlo si es para resolver la quiebra de los Ayuntamientos, que fueron pésimamente administrados, a los que no se les sancionó y para colmo, tenemos que pagar un impuesto para resolver su incapacidad.