Por José Luis Parra

El alcalde electo de Hermosillo, Alejandro López Caballero, goza de unas merecidas vacaciones en Europa, junto con su familia. Seguramente así se quitará un poco de esa presión que le dejó el cierre de la batalla electoral, cuando su equipo sentía que al final no le alcanzaban los números de la ventaja. Una de las voces panistas ilustró perfectamente el escenario, al soltar: Si dura más la campaña nos chinga El Maloro. Pero el punto es que López Caballero, antes de partir a Europa, propinó una severa reprimenda a sus colaboradores, acompañada de una simple pregunta: ¿Y todo el dinero que repartimos qué?

De acuerdo a personas que cumplieron un trabajo específico en la jornada electoral, los encargados de recibir el dinero para repartir entre el electorado, se quedaron con la mayor parte. Se calcula que entre el 80 y 90 por ciento de las gruesas fajas de billetes de 500 pesos se quedaron en las bolsas de los que supuestamente harían llegar el dinero a los votantes.

Así es que los responsables deberían estar perfectamente ubicados. Según comentarios diversos de personajes regularmente bien informados, la cantidad destinada para la presidencia municipal de Hermosillo y las diputaciones locales, alcanzó la cifra de 405 millones de pesos. Claro, la mayor parte fue para la campaña de López Caballero. Al final, el dinero no alcanzó y José Serrato repartió un poquito de lana.