Por Rafael Cano Franco
Conozco a Manuel Ignacio Acosta, “El Maloro”, desde que tenía 15 años –eso quiere decir que ya son 20 años de tratarlo–, no tengo la menor duda de que es el mejor perfil que tenía el PRI para que contendiera por la alcaldía de Hermosillo, para su desgracia, en estos momentos las circunstancias no son precisamente las más favorables para su candidatura. Ayer estuvo en con el Grupo Contrapunto 10, donde nos confió que acepta los números que aparecen en las encuestas –en la que presentó el periódico “El Imparcial”, esta 26 puntos debajo de Alejandro López Caballero–, pero dijo que ventajas mayores se han desplomado. Tiene razón, ventajas más amplias que esas han venido abajo; pero para abatirlas se requirió de una conjunción de sucesos extraordinarios que se volvieran determinantes en el cambio de preferencias, entre ellos: que el candidato rival se “echara en una hamaca”, una fuerte inyección de recursos económicos en la llamada “guerra de aire” y una gran tragedia o un golpe espectacular.
En las circunstancias actuales debemos ser honestos y precisar que Alejandro López Caballero, el candidato del PAN, para nada se muestra confiado; a “Maloro” le sobran ganas pero le faltan recursos económicos y aunque tiene el respaldo político de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray y Manlio Fabio Beltrones no existe un asomo de que lo apoyen con dinero y por ello su presencia en medios se limita a unos cuantos espacios, escogidos estratégicamente pero insuficientes para llegar a todo un electorado. Finalmente, el tercer evento de alto impacto, la tragedia, sin la conjunción de los dos primeros elementos, difícilmente la podría capitalizar. Pero bueno, no deja de ser el mejor perfil que pudo presentar el PRI y en otras circunstancias más favorables estoy seguro que arrasa; es más, con las desventajas actuales todavía es competitivo.
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