Aquí parte de su columna/

Guerrero es el escándalo. Dentro de dos días habrán de celebrarse elecciones para gobernador y la saga de acontecimientos en los últimos días ha provocado más revuelo que la detención y posterior liberación de Kalimba, y eso que en términos de promiscuidad, degenere, traiciones, espaldarazos y violencia física y verbal, ambos casos tienen un empate técnico en las barandillas y el MPT (Ministerio Público Televisivo).

Con un siete por ciento en las preferencias electorales, el candidato del Partido Acción Nacional al gobierno de aquel estado, Marcos Efrén Parra Gómez declinó a favor del candidato de la Alianza ‘Guerrero nos Une’, que encabeza el ex gobernador interino priista Ángel Heladio Aguirre Rivero, llevando como aliados al Partido del Trabajo y al Partido Convergencia.

La declinación se da unos días después de que fuera revelada una conversación telefónica grabada ilegalmente, desde luego, entre Aguirre Rivero y la senadora Claudia Corichi, hija de la ex gobernadora perredista de Zacatecas, Amalia García, en cuyo sexenio se le conoció como la ‘vicegobernadora’, por el poder que le confirió su madre. La conversación entre ambos personajes es un poema al cinismo y la descomposición de la política, pero apenas muestra una parte de todo el escenario preelectoral en México, donde la rapiña no conoce límites. Parra Gómez declinó su candidatura por instrucciones de la dirigencia nacional del PAN y previa negociación entre el senador Gustavo Madero y el dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega.

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