Por Rafael Cano Franco

Mientras que los diputados y regidores del PRI se rasgan vestiduras porque en Hermosillo se pretende aumentar cuatro pesos a la tarifa doméstica del agua, no les causa ningún resquemor que en los ayuntamientos que gobiernan sí se estén dando esos aumentos.

Por el lado del PRD no hacen malos quesos, el diputado Carlos Navarro y el regidor Martín Matrecitos han dicho que quienes tengan más recursos deben pagar más por el agua y quienes tengan menos recursos deben ser favorecidos, algo que en parte es considerado por el Plan Integral que les va a presentar López Caballero. Pero existe una distorsión en la visión de ambos perredistas: en todo caso todos debemos pagar lo justo por el agua que consumimos y aquellos que la desperdicien, la tiren y no tengan conciencia de su uso, sean ricos o pobres, no solamente deben pagar por el despilfarro sino también deben ser sancionados, solamente así podremos entender que un bien tan escaso y preciado no se puede desperdiciar.

El Plan Integral de Agua que plantea Alejandro López Caballero está fundamentado en la realidad que padece Agua de Hermosillo, contiene un diagnóstico muy preciso y no es solamente el incremento tarifario la única medicina que propone, las soluciones son de más largo plazo y conllevan una mejora sustancial para el servicio que requerimos los hermosillenses. Puede que en el populismo que impera en nuestros legisladores exista la idea de aprobar solamente una parte del Plan, pero en ese caso dejará de ser integral y no se avanzará en la solución al problema que padece Hermosillo. Es precisamente en este tipo de decisiones cuando debe imperar la responsabilidad social por encima de la postura partidista y ojalá nuestros diputados entiendan que la viabilidad de la Capital de Sonora no solamente depende de que tengamos agua, sino de que esta pueda ser distribuida entre todos.