Entre mentiras y verdades, el documento es todo un ejemplo de la forma como se lleva a cabo una campaña de lodo, en este caso auspiciada por el Comité Directivo Estatal del PAN y no debe espantar a nadie, simplemente es la antesala de lo que viene.

El PAN ha cuestionado al PRI de intromisión política en el grupo opositor al “Sonora Sí”; la verdad es que el PAN no ha podido desaparecer el estigma de que en ese movimiento también participan prominentes militantes blanquiazules como el mismo senador Javier Castelo Parada o el ex alcalde Jesús Félix Holguín.

En el documento que dejan en las entradas de los hogares hermosillenses, dicen que “Claudia Pavlovich está en contra de que el agua llegue a Hermosillo y que esto permita el desarrollo de todo el Estado”; eso se contrapone a las expresiones de felicitación que el mismo Juan Bautista Valencia lanzó a Claudia Pavlovich cuando hace unas semanas mostró su acuerdo con resolver el problema de agua de Hermosillo.

También dice el documento que firma don Juan Bautista y los Consejeros del PAN: “que Carlos Rodríguez Freaner, Flor Ayala Robles Linares, “Maloro” Acosta, Roberto Ruibal y Ernesto “El Pato” de Lucas le dieron la espalda a Hermosillo y a Sonora. Y que una vez más, son los defensores de los ricos”.

Curiosa afirmación del dirigente del PAN cuando a principios de año el gobernador Guillermo Padrés Elías reconoció que fue gracias a la buena disposición y voluntad de los diputados locales y federales del PRI, esos a los que ahora fustiga, que se logró la asignación de recursos para la obra del acueducto “Independencia”.

Es verdad, que José María Parada, Adalberto Rosas López, Ricardo Bours Castelo, Sergio Antillón, Antonio Gándara (ligado al PAN), Juan Leyva Mendívil, Filiberto Cruz, José Baltazar Peral, Rogelio Díaz Brown y Javier Castelo, “se creen dueños del agua y del destino de todos los sonorenses”, sin defensa.

Entiendo y acepto que este tipo de “guerritas de lodo” son hecho común previo a los procesos electorales, pero espero que así como en el PAN son buenos para iniciarlas, sean buenos para aguantarlas, porque luego no se vale andar llorando.