El bloqueo carretero es perjudicial para todos. A los simples ciudadanos nos afecta porque no podemos transitar con libertad y prueba de ello son las personas que debieron dormir en las Centrales de Autobuses porque las corridas de camiones fueron suspendidas.

Le afecta a las empresas, porque sus productos simplemente están varados y eso les origina pérdidas económicas considerables por las que nadie se hará responsable.

Le afecta al Gobierno del Estado pues queda la impresión que existe un serio problema de autoridad y que no existe la figura gubernamental capaz de meter en orden y llamar la cordura a los protestantes que están en el bloqueo.

El Movimiento del “Sonora No” también exhibe sus fisuras con este tipo de acciones radicales: por un lado aparecen aquellos grupos que son felices con irse a los extremos sin importar las consecuencias; pero también están los “moderados” quienes le hacen el “fuchi” a estas acciones porque les interesa más cuidar su patrimonio y seguir colgados de la ubre presupuestal, estirando la mano en privado para recibir los apoyos y abriendo la boca en público para fustigar estas obras de Gobierno; finalmente están “los políticos” que gustan de aparecer en estos eventos, pero sólo a ratos, para que los consideren aliados y así aprovechar los reflectores y obtener proyección.

Y finalmente, como tercer ejemplo de lo revuelto que se han puesto las aguas en materia político-gubernamental, debemos traer a colación ese desplegado que firmó el presidente del PAN, Juan Bautista Valencia Durazo, donde acusa al PRI de ser el orquestador del movimiento carretero.

No le faltan argumentos y Juan Bautista Valencia hasta presenta las pruebas de la participación de diputados locales y federales como Faustino Félix Chávez, Antonio Valdez, Rogelio Díaz Brown y Raúl Acosta, además del líder campesino tricolor Juan Leyva Mendívil en las movilizaciones y bloqueos carreteros.

Pero desde el otro lado, Claudia Pavlovich hace gala de buena memoria y le responde que esos legisladores participan a título personal (como si el cargo o la militancia se pudiera quitar y poner a conveniencia), pero en todo caso no son solamente ellos los que apoyan el movimiento del “Sonora No”, también hay reconocidos legisladores panistas como el senador Javier Castelo Parada o connotados militantes del PAN como Carlos Amaya Rivera y Jesús Félix Holguín.

A fuerza de honestidad a Claudia Pavlovich no se le puede señalar como mentirosa.

El asunto es que ambos partidos entraron en una escalada de declaraciones y lo único que eso va a generar es una mayor confusión, más acusaciones y menos soluciones.