Por Rafael Cano Franco

Los priístas saben que la dirigencia actual no puede pasar de octubre y es precisamente por ello que algunos ya alistan armas para empezar a posicionarse como los mejores perfiles para dirigir su partido, máxime que ahora, creen ellos, regresan las épocas de las vacas gordas. Los personajes y los grupos que los respaldan están muy definidos:

Por el lado de Manuel Ignacio Acosta, el candidato derrotado a la alcaldía de Hermosillo, se mueve: el diputado federal Miguel Pompa, quien luego de permanecer en la orfandad política, encontró cobijo en el “malorismo” y desde ahí pretende catapultarse a la dirigencia priísta, su problema es que no tiene las credenciales políticas y los apoyos necesarios para un cargo de esa naturaleza.

El priísmo del sur de Sonora también tiene su propuesta en la persona de Guillermo Silva Montoya, uno de los operadores electorales de Ernesto Gándara y artífice de la contundente victoria del Tricolor en Cajeme. Silva Montoya tiene las cartas credenciales, la experiencia y los apoyos de personajes como Ricardo Bours, Ernesto Gándara y en un descuido de Manlio Beltrones; el problema de “Memo” Silva es el perfil policiaco que le antecede. Considerando que su aspiración se afianza en el respaldo que tiene de los poderosos grupos de Cajeme, sería un contrapeso para el coordinador de los diputados del PRI en el Congreso del Estado, Samuel Moreno, quien se ha convertido en una persona “non grata” para los priístas del Sur de Sonora.

Pero para completar el cuadro de los aspirantes a la dirigencia tricolor, no se puede menospreciar a Ernesto de Lucas Hopkins desde cuyo grupo se desprendió Enrique Palafox Paz y ya soltó su intención de aspirar a la dirigencia del PRI. Enrique Palafox es un activo del PRI que está probado y que tiene contactos nacionales y locales para aspirar, su inclusión en el equipo del “Pato” de Lucas lo llevó a tratar con los personajes más importantes del priísmo nacional y de la clase gobernante que llegará a partir del 1 de diciembre. Sin embargo, a todos sus atributos se le antepone la inconsistencia de logros reales: recientemente aspiró a ser diputado federal, primero por el V distrito federal y luego por el II, pero en ninguno de los casos concretó su aspiración. Para Enrique Palafox también juega en su contra no contar con el respaldo del grupo del Sur de Sonora, aunque no lo vetarían, pero donde sí le pondrían tache sería en el entorno del senador Ernesto Gándara. A esos nombres agrégueles los que usted quiera y de ahí saldrá el dirigente Tricolor.