Por Martín Romo

Pagan mal…La que vaya que se ha seguido acrecentando, es la “famita” gratuita que le han acarreado al PAN, luego de que algunitos de sus ex alcaldes hayan terminado pagado mal, como dice la canción, a raíz de la reiteradas quemadas que les han pegado, como a los ex “presimunes” de Puerto Peñasco, Caborca y Guaymas, entre otros, lo que habla de que ya no son deudas aisladas, sino más bien reiteradas. Y lo más seguro es que sean ex munícipes que ya no van a tomar chocolate y pagar lo que deben, al todo pintar como para que ni por la feria vuelvan, no sólo porque hicieron tan mala gestión, que en varios de esos municipios ganara el PRI, sino además porque en sus casos igual resultaron derrotados como candidatos, con lo que a la postre no salieron malos perdedores, sino también pésimos pagadores. Lo que viene a explicar el porque les ha valido el que una y otra vez los estén balconeando, con todo y el descrédito que es implica, sin que se les vean ganas de acercarse a liquidar sus compromisos, de ahí que en los desplegados que les han publicado, les coloquen la leyenda o el epitafio de “municipio panista”, como una forma de identificarlos para ver si así les da vergüenza, pero al parecer es lo que menos tienen.

No en balde es que quien ha tenido que enfrentar esa pena ajena, es el jerarca del panismo estatal, Juan Bautista Valencia, por lo tracaleros que resultaran el guaymense César Lizárraga; el caborquense de Darío Murillo y el rocaportense de Alejandro Zepeda Munro; que son de los que han quedado exhibidos como políticos que no son de fiar, de ahí el porque perdieran, al ya nadie confiar en ellos. ¡Vóitelas!