Por José Luis Parra

Aquí, parte de su columna//

El 7 de marzo el gobernador Guillermo Padrés fue anfitrión de una reunión a la que convocó a sus guerreros electorales, conocida como FXXI (Fuerza XXI, que representa a los distritos electorales). La lista de invitados fue selecta. 40 colaboradores, no más. Pese a que la instrucción fue clara, de no llevar teléfonos celulares, la reunión se filtró a la prensa nacional. La nota periodística fue titulada como La operación fallida de un gobernador. La filtración molestó al jefe político de la comarca. Giró instrucciones para detectar a los responsables. Y la investigación rindió frutos: Los autores de la filtración fueron del equipo del secretario de gobierno, Roberto Romero López.

Esa operación electoral fue para levantar la campaña de Ernesto Cordero. Sonora fue ejemplo nacional para el PAN de Felipe Calderón. Tanto que doña Josefina Vázquez Mota ejerció su poder de atracción para reclutar al equipo sonorense comandado por Juan Valencia y Adrián Espinoza, que ejecutan las instrucciones del mariscal de campo, Guillermo Padrés.

Pero la filtración de esa reunión del 7 de marzo molestó al número uno. Y pidió a su CIA sonorense, el C4, realizar la investigación para detectar a los filtradores. Javier Dagnino se esmeró. Y su reporte fue en el sentido de que los autores de la filtración fueron tres colaboradores de Roberto Romero. Y la autora intelectual la futura senadora por Oaxaca, Dolores del Río. Así, los nombres de esos tres personajes reclutados en el tiempo en que Roberto Romero estuvo en Agua de Hermosillo, están en el escritorio de Padrés. Su futuro político es incierto. Ignoramos si ya fueron desechados. Previamente, esas tres personas recibieron una excelente capacitación por parte del PAN nacional.