Por Francisco Arenas Murillo

Decíamos ayer de cómo en el PRI y el PRD las disputas por las posiciones electorales empiezan a impactar las líneas de flotación de esas dos organizaciones políticas y cuyos efectos serían negativos en el día de las elecciones de julio próximo.

Sin embargo, en el partido de la derecha en el conservador Acción Nacional, las cosas tampoco son tan tersas, satisfactorias y libres de conflictos, porque definitivamente la acción de los seres humanos cuando se desbordan las pasiones y ambiciones, contaminan los procedimientos administrativos. Lo que sucede en el Partido Acción Nacional es lo mismo que entre sus pares de la izquierda y los liberales tricolores: disputas y conflictos por las posiciones de privilegio que lleve a distintos personajes a convertirse en figuras públicas en los próximos tres años. Eso sucede entre los grupos de poder interno que se han involucrado en la designación por de quién será inscrito como primero en la lista para diputado local plurinominal, lo cual hace de este proceso en una estrategia muy competida, al grado tal que esos grupos políticos ya se están poniendo “los guantes” y hasta dando patadas bajo la mesa.