Los alcaldes del PRI están analizando con mucha seriedad la forma en la que van a protestar por la postura que asumió tanto la dirigencia de su partido como una parte de los diputados locales, en el tema de sustitución de recursos para los municipios por la eliminación de la tenencia. La razón de esta escaramuza de protesta es muy sencilla y no tiene vuelta de hoja: se van a quedar con un presupuesto “mocho” que les va a impedir realizar obras y otras acciones de gobierno. Es curioso, pero ahora nos vamos enterando que la postura de los diputados del PRI está influenciada por un poderoso empresario, que despacha en la parte más alta de un edificio bancario que se ubica en el Vado del Río, ese hombre tan poderoso se llama Ricardo Mazón.

Desde Palacio de Gobierno, juran y perjuran que ya los diputados del PRI habían entendido que los Ayuntamientos requieren de esos recursos pero no pudieron ceder a la presión que les aplicaron y con esa “manita de cochi” simplemente se pusieron la camiseta de oposición y ni quien los saque de su nueva postura asumida voluntariamente a fuerzas.

El objetivo es claro, simplemente tratan de restarle todos los puntos que se pueda al secretario de Hacienda, Alejandro López Caballero, quien es casi seguro será candidato del PAN a la Alcaldía de Hermosillo; pero también le pegan a los bonos del gobernador Guillermo Padrés porque sus buenas calificaciones serán una carta que el PAN va a jugar en el próximo proceso electoral. Los alcaldes no se han quedado callados, ya en cortito le han solicitado a los legisladores del PRI que aprueben la propuesta porque les resulta benéfica a sus municipios, pero como respuesta lo que reciben son presiones políticas que llegan desde la dirigencia de su partido y de la misma bancada Tricolor en el Congreso del Estado. Es más, hay casos en los que salió a relucir una velada amenaza a las aspiraciones legítimas de esos alcaldes, como son los casos de Próspero Ibarra Otero, alcalde de Huatabampo y José Abraham Mendívil, de Navojoa; pero también hemos escuchado lamentos de Magdalena y de San Luis Río Colorado.