Un desplegado que firmó Adalberto Rosas López y dirigentes “Alternos” de la etnia Yaqui, da cuenta de que en materia de apoyos para construir el Acueducto “Independencia” el Gobierno de Sonora tiene un gran aliado y dos operadores de importancia.

El gran aliado sería Manlio Fabio Beltrones y los operadores de importancia son: Jesús Alberto Cano Vélez, el mejor gestor de recursos de los últimos años como diputado federal del PRI; y Samuel Moreno y también emparentado con Guillermo Padrés Elías. Terán, diputado federal por el PVEM, ligado a Manlio Fabio Beltrones

No dudo que Beltrones, Cano y Moreno Terán hayan gestionado para el Acueducto “Independencia”, eso no tiene nada de malo, es más, esa obra se proyectó justo cuando Beltrones Rivera era gobernador de Sonora y si no la hizo posible fue porque no recibió el respaldo de Ernesto Zedillo, quien enterró ese proyecto.

Cano Vélez también tiene motivos para apoyar la obra, a final de cuentas sus aspiraciones políticas lo llevan a buscar votos y en estos momentos convertirse en una de las figuras que solucionaron el problema de agua en Hermosillo, es políticamente más rentable que apoyar a los caciques de Cajeme que se oponen a la obra y que son una minoría.

Samuel Moreno pudiera tener los mismos motivos que mueven a Cano Vélez, pero a ello le suma su relación familiar con Padrés Elías, algo que lo convierte en un aliado coyuntural, amén de que como diputado local sufrió en serio la persecución boursista y si apoyar el acueducto “Independencia”, le permite, aunque sea una ligera revancha, en contra de Eduardo Bours sin duda que jugara esa carta.

Al PRI le ayuda porque acalla los rumores de que ese partido es el principal opositor al acueducto “Independencia”; la sola mención de los apoyos presupuestales recibidos de Beltrones Rivera y Cano Vélez, deja a la dirigente del PRI, Claudia Pavlovich –también señalada como “beltronista”—margen de maniobra para defenderse de las acusaciones que el gobierno del estado y el Partido Acción Nacional le endilgan de ser una de las promotoras de los movimientos en contra del Acueducto.

Pero en lo individual algunos priístas con aspiraciones políticas salen perjudicados; se imaginan la cara que puso Juan Leyva Mendívil cuando vio el desplegado