Por Francisco Arenas Murillo
Esa versión del candidato del partido y no del presidente, empieza a tomar fuerza en la derecha mexicana, de tal manera que al menos a uno de los aspirantes a la candidatura, Heriberto Félix Guerra, se le empieza a adjudicar esa potencialidad para posicionarlo como el personaje que, derivado de su rebeldía con su jefe, puede captar la atención e intención del colectivo mexicano. Pudiera ser, pero la percepción general es que el actual Secretario de Desarrollo Social del gobierno federal no dejará de ser visto por los mexicanos como un empleado más del presidente Felipe Calderón y no como un candidato con propuestas propias y una visión de largo plazo para el País.
En ese sentido, sería más preciso que un personaje ajeno al primer círculo del presidente de la República, sin ascendencia en Los Pinos, con una trayectoria limpia en procesos electorales, con interlocución con los distintos grupos de poder en el País, pueda lograr esa denominación del candidato, si bien no rebelde, pero si no el elegido o preferido del presidente de la República.
El gobernador de Sonora encaja en esa premisa, pues no son pocos los que aseguran que la relación entre el jefe de la nación con el ejecutivo sonorense, no son cordiales mucho menos afectivas, y que la cercanía se traduce al hecho de que ambos pertenecen a un mismo partido político, pero nada más. Cosa de recordar cómo Guillermo Padrés respaldó la figura de Santiago Creel cuando el ex secretario de gobernación contendió por la candidatura presidencial convertido en el verdadero delfín del entonces presidente Vicente Fox.
Nuestro amigo nos subrayó: “te repito lo que te dije anteriormente: a Guillermo Padrés lo respalda un amplio sector de los principales grupos empresariales del norte del País, del centro, del Bajío y de Jalisco, y sobre todo, y ojo con esto, mi amigo, sobre todo un sector importante del catolicismo mexicano, ese grupo de poder que aglutina a lo más fuerte del conservadurismo de esta nación, pero también en donde se concentra un gran porcentaje de los principales capitales económicos de México”. Desde esa perspectiva, de nada serviría que Felipe Calderón rechace otorgarle su apoyo al gobernador de Sonora, porque esos mismos grupos impulsarían con toda su fuerza esa posibilidad, tal como lo hicieron con el actual presidente de la República cuando Vicente Fox lo rechazó en sus intentos iniciales de ser candidato presidencial.
QUE SÍ HABRÁ MÁS CAMBIOS
DE acuerdo a algunas fuentes primarias de información, el gobernador del Estado Guillermo Padrés se reunió en el transcurso del Lunes con el Secretario de Salud Bernardo Campillo, a quien, de manera cordial y en los mejores términos, le planteó la necesidad de presentar su renuncia al cargo luego de que el proyecto inicial de esta administración estatal y para lo cual se contrataron sus servicios, se ha cumplido.
En ese sentido, sería más preciso que un personaje ajeno al primer círculo del presidente de la República, sin ascendencia en Los Pinos, con una trayectoria limpia en procesos electorales, con interlocución con los distintos grupos de poder en el País, pueda lograr esa denominación del candidato, si bien no rebelde, pero si no el elegido o preferido del presidente de la República.
El gobernador de Sonora encaja en esa premisa, pues no son pocos los que aseguran que la relación entre el jefe de la nación con el ejecutivo sonorense, no son cordiales mucho menos afectivas, y que la cercanía se traduce al hecho de que ambos pertenecen a un mismo partido político, pero nada más. Cosa de recordar cómo Guillermo Padrés respaldó la figura de Santiago Creel cuando el ex secretario de gobernación contendió por la candidatura presidencial convertido en el verdadero delfín del entonces presidente Vicente Fox.
Nuestro amigo nos subrayó: “te repito lo que te dije anteriormente: a Guillermo Padrés lo respalda un amplio sector de los principales grupos empresariales del norte del País, del centro, del Bajío y de Jalisco, y sobre todo, y ojo con esto, mi amigo, sobre todo un sector importante del catolicismo mexicano, ese grupo de poder que aglutina a lo más fuerte del conservadurismo de esta nación, pero también en donde se concentra un gran porcentaje de los principales capitales económicos de México”. Desde esa perspectiva, de nada serviría que Felipe Calderón rechace otorgarle su apoyo al gobernador de Sonora, porque esos mismos grupos impulsarían con toda su fuerza esa posibilidad, tal como lo hicieron con el actual presidente de la República cuando Vicente Fox lo rechazó en sus intentos iniciales de ser candidato presidencial.
QUE SÍ HABRÁ MÁS CAMBIOS
DE acuerdo a algunas fuentes primarias de información, el gobernador del Estado Guillermo Padrés se reunió en el transcurso del Lunes con el Secretario de Salud Bernardo Campillo, a quien, de manera cordial y en los mejores términos, le planteó la necesidad de presentar su renuncia al cargo luego de que el proyecto inicial de esta administración estatal y para lo cual se contrataron sus servicios, se ha cumplido.
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