Aquí, parte de su Columna/

A Ernesto Cornejo Valenzuela le cambió el mundo de un sexenio a otro: De ser un perseguido político en el gobierno de Eduardo Bours, en la actualidad goza de la amistad del nuevo gobernante y además se encuentra inmerso en una misión que lo puede catapultar a los primeros planos de la política sonorense, al presidir la asociación civil Productores Unidos del Estado de Sonora (PUEDES), GPE.

Este naciente organismo ya se prepara para entregar viviendas prefabricadas a familias de escasos ingresos económicos, pero también funcionará como facilitador para ayudar a sonorenses emprendedores con deseos de sacar adelante proyectos productivos con recursos federales que en muchas ocasiones no son aprovechados por falta de conocimientos técnicos.

La meta es ambiciosa: Beneficiar a 200 mil personas de aquí a 2012.

Por lo pronto ya funcionan oficinas de PUEDES en San Ignacio Río Muerto, Vícam, Hermosillo y Benito Juárez. Por abrir se encuentran las de Navojoa, Etchojoa, Alamos y Huatabampo, mientras que próximamente se anexan a la lista de nuevas representaciones las que operarán en Magdalena y San Luis Río Colorado. En total funcionarán 42 oficinas en igual número de municipios de Sonora. Con todo este andamiaje diseñado para trabajar una auténtica política social, cuya filosofía es enseñar a pescar, no regalar pescados, cualquiera pensaría que el ex alcalde de Benito Juárez se prepara para buscar un nuevo puesto de elección popular. Al respecto, el propio Ernesto Cornejo, fiel a su estilo, con franqueza responde: “No estoy anunciando una futura candidatura. El trabajo me puede allegar o quitar cualquier aspiración”.