Los riesgos son inminentes en la vida cotidiana. Para cubrirse de ellos existen los seguros y si bien los tradicionales son de vida, auto, casa-habitación, dentales, gastos médicos, de salud o de responsabilidad civil, también se pueden encontrar algunos un poco más sofisticados o incluso que se pueden catalogar como extraños.

Por ejemplo, la aseguradora Lloyd’s de Londres, una de las más grandes y antiguas, se distingue por asegurar: lenguas, sonrisas, dedos, narices, además de crear productos especiales para regiones en guerra, para el sector espacial, además de los seguros tradicionales que ofrece desde su fundación.

Esto también ocurre en México, a pesar de que la cultura del seguro todavía no se inserta por completo en el país; quien considere que debe cubrir algún riesgo puede contratar seguros de acuerdo con sus necesidades. Al respecto, Recaredo Arias Jiménez, director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), explicó que estos productos extraños no se ofrecen permanentemente; sin embargo, ante una necesidad se puede buscar a un agente de seguros que buscará a la aseguradora que quiera tomar el riesgo.