Cuando el objetivo es tratar de quedar bien con la clientela al costo que sea, el límite es la imaginación. Así es que primero fueron los priístas con su ocurrencia de bajarle 1 punto al IVA y ahora los panistas que retoman el viejo señuelo de eliminar la Tenencia lo antes posible. Y es que ambas medidas ahora retomadas en la discusión del paquete económico para el 2011 vienen de las exuberantes promesas de campaña de estos partidos.

El PRI juró con la mano puesta en sus estatutos que nunca permitirían que la sucia mano del impuesto al consumo se posara sobre los alimentos o los medicamentos, a pesar de que en privado a los dirigentes de ese partido se han cansado de explicarles sus propios economistas que ésa es la mejor salida fiscal.

Mientras que los panistas entraron en la campaña presidencial contra López Obrador en una dinámica de quién da más para ganar cuanto voto estuviera disponible. Y en esa calentura, el candidato Calderón deslizó la oferta de terminar con la Tenencia vehicular durante su mandato.

Y como también en su oferta electoral estaba la creación de empleos, pero ahí la crisis mundial no se puso de su lado en la oferta, pues entonces echó mano de la promesa de terminar con este impuesto a los autos. Todo indica que la influencia electoral del próximo año acabará por comprometer la estabilidad financiera del país. Como si eso fuera algo importante para los que toman decisiones legislativas.