Por Arturo Soto Munguía

Semana movida la que hoy empieza, con la visita a Sonora de Felipe Calderón, el presidente que hace seis años entró por la puerta trasera del Congreso federal a rendir protesta, y al que le quedan sólo 19 días para abandonar Los Pinos con un saldo desastroso. Para no desentonar con la tónica de su sexenio, Calderón Hinojosa viene a Sonora a inaugurar una obra que ni siquiera se encuentra terminada, pero que además es objeto de un litigio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que entre otras cosas ha detonado los enconos regionales, enfrentando a los sonorenses y provocando una tensión política como pocas veces se había visto en la historia del estado.

Calderón viene a inaugurar el Acueducto Independencia, una obra cuyo costo rebasa los 3 mil millones de pesos y que serviría para suministrar 75 millones de metros cúbicos de agua, desde la Presa El Novillo hasta la capital del estado, Hermosillo, donde la red de distribución se encuentra en condiciones deplorables y se desperdicia en fugas casi la mitad de lo que se le inyecta. Tal inauguración obviamente, será un acto más bien simbólico, ya que la millonaria obra tiene apenas un 70 por ciento de avance y se encuentra muy lejos de su conclusión y muy cerca de la resolución del máximo tribunal federal, sobre la controversia constitucional que la impugna. Este lunes, también se preparan actos de resistencia civil de la etnia Yaqui, quienes anuncian movilizaciones en Vícam, presumiblemente bloqueos carreteros.