Feliciano Guirado M
AIREAR EL nombre de Gustavo Camou Luders como recio aspirante a la dirigencia de la Unión Ganadera Regional de Sonora, ---organismo de fuerza, irrestrictamente dominante--- apresuró el proselitismo releccionista de Luis Sierra Maldonado y ya nadie puede cambiar el curso del rumbo hacia la sucesión estatal; concretamente la gubernatura de 2015, y esos son los prolegómenos, en un enfoque realista. Eso sí, el proselitismo imperturbable de ambos suman el plus de emotividad, emoción y fibra hacia la transición de cuadros directivo del organismo en cuestión matizada tímidamente con una cabalgata que si bien es cierto no fue numérica, sí trascendió a lo largo y ancho de la entidad.
Otrora, sin embargo, solía ser un activismo de vasto alcance de nivel teórico y de gran eficacia en aplicación práctica. Bours y Padrés la utilizaron con frecuencia. Los rancheros de Sonora son más inquietos ahora cuando han degustado las mieles del poder político, verbigracia una curul en el Senado de la República para el ex líder ganadero, Alfonso (Zurdo de Arizpe) Elías Serrano e inclusive la candidatura del PRI a gobernador del estado, aspiración no consumada por interferencias externas y la reciedumbre y carisma de un candidato del PAN, ---Guillermo Padrés Elías--- quien emergió triunfante al final del día. Me dicen, Sierra Maldonado, tremola la inquietud intrínseca de contender en el marco de la sucesión estatal, abanderado por el PAN, pretendiendo ser eventual contrapeso del alcalde de Hermosillo, Alejandro López Caballero;del ex, Javier Gándara Magaña, hoy de vacaciones; del senador Francisco Búrquez y del subsecretario de Desarrollo Social en el país, Marco Paz Pellat.
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