Con información de http://www.sinembargo.mx
Es secretario de la Sagarpa en Sonora desde que el gobernador estatal Guillermo Padrés Elías lo llamó a formar parte de su gabinete, y como tal entrega apoyos millonarios de la secretaría a sus empresas, hijas, cuñada y hermanos. No sólo es dueño del campo agrícola El Pañuelito, ubicado en la carretera Hermosillo-Bahía de Kino, donde trabajan niños en el corte de la uva, sino que además cuenta con otros ranchos, campos y empresas ganaderas que se benefician de recursos estatales y federales.
De esta forma ha entregado a sus empresas familiares más de 36 millones de pesos de fondos públicos, entre 2009 y 2011. De acuerdo con información pública del gobierno del estado de Sonora y de la Sagarpa Federal, Ortiz Ciscomani entregó recursos a los campos agrícolas y empresas El Pañuelito, El Chipilón, La Consentida, Agropecuaria Chipa, Orcis Shadehouses, de los cuales él, sus hermanos, esposa, hijos, cuñadas y sobrinos son propietarios
Se trata de Héctor Herminio Ortiz Ciscomani, actual titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Acuacultura (Sagarhpa), quien desde que ingresó a la administración de Guillermo Padrés Elías, gobernador de Sonora, empezó a beneficiarse de los apoyos estatales y federales para compra de ganado, tractores, líneas de riego y otros insumos para sus campos agrícolas.
EL HERMANO INCÓMODO
A pesar de que Héctor Herminio Ortiz beneficia a sus parientes y empresas, tiene una deuda por saldar con su hermano Rosalío Ortiz Ciscomani. En octubre del año pasado, SinEmbargo.mx publicó la historia de los niños jornaleros de la Costa de Hermosillo, Sonora; Sinaloa, Chihuahua y Estado de México que trabajan en la pizca de la uva en los campos agrícolas bajo condiciones inhumanas y que, incluso, han muerto por omisiones y la falta de servicios médicos. Rosalío Ortiz Ciscomani, quien es dueño de 11.11% de las acciones de El Pañuelito, no sólo avala estas declaraciones, sino que asegura que en ese campo agrícola murió un niño a raíz de un accidente. “Me tocó enterarme de un niño que le cayó un lavamanos en 2009 y se murió”, dice.
“Su puesto en la política fue para tener un respaldo para lo que hace, para que nadie lo pudiera atrapar”, indica Rosalío Ortiz.
Más en http://www.sinembargo.mx/09-04-2012/198296
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