Por Martín Romo

Quien acaba de dar muestras, de ser de esos funcionarios que no tienen conectada la lengua al cerebro, es el subsecretario de Promoción al Empleo yla Productividad en Sonora, Juan Edmundo López Durand, por solo así explicarse tanta insensibilidad, a la hora de tratar de justificar los altos índices de desempleo que hay entre los egresados de las universidades. De ese vuelo.

Pues vaya que el aprendiz de funcionario de López Durand, sí que le hizo honor a su segundo apellido, por lo duro que se viera con sus desatinados “juicios”, al salir con que si los sonorenses no trabajan es porque no quieren, según él por haber más oferta de plazas laborales que personas dispuestas a trabajar, pero que la cuestión es de que van saliendo de las escuelas y ya la quieren de gerentes. ¡Así la burla! Con lo que Juan Edmundo sí que está exhibiendo el vivir en otro mundo, o desde la comodidad de tener asegurado un sueldazo, con cargo a los impuestos que paga Juan Pueblo, al ser una realidad que hoy en día los profesionistas se emplean en lo que pueden, incluso hasta de taqueros, ante la falta de oportunidades, a parte de que para todo piden mínimo años de experiencia. Luego entonces así de grave está no solamente la falta de tacto del criticado vividor público estatal, o de López Durand, sino también por la manera en que anda muy fuera del hoyo o de contexto, ya que no obstante y ser un improvisado en la materia, todavía se puso a desacreditar las fuentes oficiales de información, en cuestión de población, desarrollo social y empleo en el País.

Y para todos tuvo el por algo tildado de chambista del área de Promoción al Empleo yla Productividad, al también fustigar al sector educativo, por no fomentarse una vinculación con el campo del trabajo desde las aulas, motivo por el cual, a quien le debieron haber chillado los oídos, a partir de ese “fuego amigo”, es al titular dela Secretaríade Educación y Cultura (SEC), Jorge Luis Ibarra. ¡Órale!