Por Francisco Arenas Murillo
Eso de los cambios es una obviedad y se vienen diciendo desde los inicios de la actual administración estatal, y claro que va concatenado a las aspiraciones electorales de algunos personajes que forman parte del círculo rojo en el gobierno del Estado.
Es tan obvia la necesidad de esos movimientos que incluso el mismo gobernador Guillermo Padrés ha declarado en varias ocasiones la necesidad de esos movimientos llegado el momento de la renuncia de algunos de sus más cercanos colaboradores para involucrarse en tareas de corte electoral.
Y para no variar, ante la cercanía del segundo informe de gobierno de Guillermo Padrés, empiezan a surgir los probables enroques que pudiesen darse en la estructura de la administración pública estatal.
De acuerdo a los datos ofrecidos por una fuente primaria de información,
en el ejecutivo se analiza la posibilidad de que el actual Secretario Ejecutivo Roberto Romero se convierta ya en el próximo Secretario de Gobierno o en el sustituto de Alejandro López Caballero en la Secretaría de Hacienda.Con la salida de Javier Neblina de la Secretaría de Desarrollo Social, se menciona la posibilidad de que el cargo lo asuma una mujer o el actual jefe de la oficina del ejecutivo Luis Erasmo Terán Balaguer.
En este caso, esa responsabilidad de la oficina del ejecutivo podría entrar como relevo el actual Secretario de Seguridad Ernesto Munro Palacios y en su lugar podría entrar el reconocido hermosillense Cany Camoú.
Se menciona de la misma manera que a la salida del actual Secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano José Inés Palafox, su responsabilidad será asumida por Roberto Sitten.
De la misma manera, se adelanta la salida de Abel Murrieta de la Procuraduría de Justicia en el Estado quien dejaría el encargo para buscar un cargo de elección popular en Cajeme, presuntamente la presidencia municipal del segundo municipio en importancia en Sonora.
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