Por Francisco Arenas Murillo

El trascendido indica la posibilidad de que Marcos Paz sustituya en la Secretaría de Educación y Cultura a Jorge Luis Ibarra Mendivil para ese encargo empezar a recorrer el Estado y mejorar su posicionamiento como figura pública. Nadie niega ni le escatima al subsecretario de desarrollo social su capacidad académica y mucho menos su visión para poder generar estrategias de desarrollo social que permitan un desarrollo sustentable y sostenido en el Estado. En primer término no es considerado una figura importante y mucho menos con ascendencia en el panismo o los seguidores del partido y, sobre todas las cosas, es más ubicado entre los grupos del PRI (en donde por cierto es asesorado en el marketing y la comunicación social por personajes de ese partido político) que hacia las alas del PAN. Pero además, se sabe que Marcos Paz no resistiría la embestida que desplegaría en su contra el secretario de gobierno Roberto Romero quien ha iniciado una estrategia sumamente agresiva para tratar de respaldar al proyecto electoral de sus preferencias.

De hecho, aún se comenta pero sobre todo se cuestiona el discurso reciente del responsable de la política interna del Estado en una reunión de gabinete con el alcalde de Hermosillo Alejandro López Caballero, en donde enfiló sus baterías, Roberto Romero, contra la anterior administración municipal encabezada por Javier Gándara. En ese encuentro, Roberto Romero recalcó que “ahora sí se podrá tener una relación cordial con el ayuntamiento de Hermosillo”, con lo cual contradijo lo que en innumerables ocasiones dijeron tanto el alcalde saliente Javier Gándara como el propio gobernador Guillermo Padrés, quienes decían que se había construido una relación cordial y de mutuo entendimiento.