Por Rafael Cano Franco

El diputado local, Everardo López Córdova, que fue electo en el distrito I con sede en San Luis Río Colorado, nos enseñó ayer que a pesar de la juventud que ostenta, también acarrea vicios perniciosos y un discurso  que en la forma parece honesto, pero en el fondo no lo es. Como diría Jack, vamos por partes: El Legislador Panista se reunió con el grupo de periodistas “Contrapunto 10”, en su carácter temporal de ser presidente del Congreso del Estado y todo empezó bien, particularmente cuando habló de la criba de iniciativas legislativas que van a realizar, esto con el fin de reducir el rezago en materia de iniciativas que se han quedado archivadas. Sin embargo luego demostró que su discurso es más de lo mismo, acudió al recurso fácil de los “lugares comunes”,  habló sin sustancia, sin profundidad, acudiendo a la generalidad y rehuyendo el fondo y el origen, pero lo más grave es que demostró ser un legislador muy desinformado respecto a lo auténticamente importante y trascendente para que el Congreso del Estado cumpla con las funciones sustantivas que justifican su existencia.

Por ejemplo, nos aseguró que el Congreso no está desprestigiado, pero sí sus integrantes ¡¡¿a poco?!!!, estableció que la fórmula para cambiar la percepción social del Poder Legislativo es el trabajo y las iniciativas que se convierten en ley, ¡¡¡mire, descubrió el hilo negro!!!. Pero donde de plano desbarró fue cuando pretendió “vender” la idea de que va a ser un diputado diferente porque va a buscar acabar con el asistencialismo, que de entrada sí es un elemento negativo que contamina muchas acciones de los legisladores. En este punto se cuestionó al diputado López Córdova si erradicar el asistencialismo implicaba también renunciar al uso discrecional de recursos para atender la llamada “Partida Legislativa”, que no es otra cosa que un monto de tres millones de pesos dispuesto para que cada diputado lo utilice en las acciones que más le convengan. Pero Everardo López nos dijo que no; que por el contrario, esos tres millones los utilizaría para realizar una obra en San Luis Río Colorado; es decir, la aplicación electoral de los recursos públicos, porque dentro de tres años la ambición del legislador se circunscribe a figurar en las boletas electorales, sea como candidato a la alcaldía de San Luis Río Colorado o como candidato a la diputación federal. Y ni para que mencionar su parcialidad en el análisis de la realidad que priva en Sonora: pretender legislar para evitar la rapiña que cometen los alcaldes y que llevan a los Ayuntamientos a la quiebra, es una buena medida, pero eludir comentar sobre la situación financiera del Gobierno del Estado, muy similar a la de los Ayuntamientos, es una actitud facciosa y hasta encubridora.