En la revista “Este País” relata José Luis Barros, ex jefe de la oficina de la presidencia durante el gobierno de Zedillo, como en 2000, en la etapa de transición, Zedillo le ofreció al PAN y al Presidente Electo Vicente Fox enviar al Congreso una reforma energética. Zedillo, acorde a la tradición, ofrecía que el gobierno saliente cargara con el costo político de una reforma energética, impopular, pero necesaria, pues tenía amarrado el apoyo de la bancada del PRI en el nuevo Congreso.

El PAN y Fox rechazaron el ofrecimiento. ¿Miopía o mezquindad?

¿Fractura en el Congreso?

El lenguaje rijoso de Ernesto Cordero y Miguel Ángel Barbosa amenaza la institucional coordinación entre las dos Cámaras del Congreso.

Están enojados porque el coordinador de los diputados priístas Manlio Beltrones les recordó que a las iniciativas preferentes se les pueden hacer cambios, no adicionar artículos y que también es democracia la elección indirecta.

Al final se impondrá la razón, se evitará un caos laboral y, a regañadientes los rijosos aceptarán la promulgación de la reforma laboral, pero sin las cláusulas conflictivas. Y luego buscarán venganza