Por Rafael Cano Franco

Allá por octubre del año pasado, el director de Agua de Hermosillo, Leovigildo Reyes Flores declaró a los medios de comunicación que la segunda licitación para asignar la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, se realizó sin mayores impugnaciones y por tanto la susodicha obra sería una realidad. Don Leovigildo mintió a los hermosillenses. La Secretaría de la Función Pública –antes conocida simplemente como “la Contraloría”–, acaba de notificar hace unos días a Agua de Hermosillo, que la segunda licitación también estuvo viciada y por tanto no se hizo dentro la normatividad, eso determinó que la asignación de la obra, que correspondió a la empresa “Desarrollo y Dynamica Sustentable” –donde participan los hijos de Arcadio “El Cayo” Valenzuela–, fuera considerada como ilegal. Le refresco un poco la memoría: la primera licitación determinó que la empresa “Canoras” ganó la asignación, pero una de las empresas cuya propuesta se rechazó, “Atlatec”, presentó una serie de alegatos ante la Secretaría de la Función Público y eso llevó a la anulación de esa licitación.

En la segunda licitación, donde “Canoras” ya no pudo participar; Agua de Hermosillo le dio entrada a las propuestas de “Atlatec” y “Desarrollo Dynamico Sustentable”, esto a pesar de que ambas fueron rechazadas desde la primera licitación. Con ese argumento, la Secretaría de la Función Pública determino que “Desarrollo Dynamico Sustentable” nunca fue elegible para la asignación de la obra.