Claro que era un anuncio ya esperado pero en si encierra parte de esa liturgia que al paso de los años ha desplegado el PRI como parte del sistema político mexicano y lo convierte en una organización utilitaria para el resto de los grupos sociales en el País.

Seguramente el tema que todo mundo abordará en lo que resta de la semana y que servirá para que muchos desde estos momentos puedan cambiar de lealtades y expectativas personales, será la declaración emitida desde la noche del lunes por Enrique Peña Nieto en donde finalmente le dice a Joaquín López Dóriga de sus intenciones por contender por la candidatura presidencial en el PRI.

Una de las grandes preguntas que siguen después de este momento es: ¿qué va a pasar con el senador sonorense Manlio Fabio Beltrones, quien ha dicho que de igual manera ha dicho que aspira a ser candidato presidencial.

La decisión ya esperada de Peña Nieto seguramente traerá la recomposición esperada al interior del PRI y que propiciará las definiciones naturales y las lealtades reafirmadas, porque todo mundo empezará a sumarse a quien consideran se convertirá irremediablemente en el próximo candidato presidencial por ese partido que transita entre el centro izquierda.

¿Quiénes de los que pensaban que Manlio Fabio podía ser candidato reconsiderarán su postura y se sumarán a la posibilidad de Peña Nieto?

¿Empezarán a dejarlo solo considerando que las posibilidades de derrotar a Enrique Peña Nieto serán mínimas y que el mexiquense se convertirá irremediablemente en el candidato presidencial?

¿Quiénes hará lo mismo de aquellos que desde hace semanas han abandonado el barco de la posibilidad de que el ex gobernador de Sonora sea el candidato presidencial?

¿Y los priístas sonorenses empezarán a festejar desde estos momentos anticipadamente la victoria que los podría llevar a mejores condiciones en el 2012?

¿Los priístas sonorenses con quién se van a definir?

Ese será un cálculo que deberá ejercitar quienes durante meses pensaron que Manlio Fabio Beltrones pudo ser un candidato con grandes probabilidades de ser candidato presidencial, y que al margen de las encuestas, tiene las cualidades, la capacidad, el talento y la visión suficiente para conducir los destinos de este País.

Porque en este tránsito, aún hay mucho trecho que recorrer y como lo dijo el propio Peña Nieto, habrán de arreciar las campañas de descalificación y las campañas negras.

Todavía, entonces, no hay nada definido.